lunes, 19 de marzo de 2012

Carencia de sentimiento.


Hay momentos en la vida, en la que se toman decisiones. Decisiones sobre las que es difícil rectificar. Decisiones que determinan el camino que va a seguirla misma.Hace un tiempo, tomé una decisión. Quizás elegí un camino que poca gente recorre, un camino poco explorado...pero un camino seguro. Elegí aprender sobre los números, elegí comprender las matemáticas. ¿Por qué?, es la pregunta lógica que nos podríamos hacer.

Las matemáticas son infalibles. Es imposible encontrar una equivocación, si las usas con lógica. Es irrefutable, una verdad matemática. No hay cabos sueltos, no hay mentiras, no hay falacias. Tiene todo lo necesario para ser perfecto. Todo, menos una cosa...Todo menos sentimientos.
El problema de éstas, es que, al ser tan reales, tan ciertas...no dejan lugar a dudas. No dejan esa paloma al aire que te hace pensar que aún hay algo que se te puede escapar. No deja florecer ningún sentimiento. Ése mismo sentimiento que nos proporcionan las palabras. Por eso, la vida perfecta debe unir ambas ¿Ciencias, o letras? Digo yo...¿Y por qué no ambas? ¿Por que no vivir con la certeza de las ciencias, y los sentimientos de las letras? Ese camino, el camino perfecto, es el que buscaré tomar. El camino de una vida feliz.

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