martes, 17 de julio de 2012

Vivir en una película.

La mayoría de las veces, las películas tratan de plasmar en las pantallas de los telespectadores la realidad que podría vivir cualquier ser humano en un momento determinado. Por ello el cine nos transporta a ese mundo paralelo en el que todos deseamos vivir, disfrutando en primera persona de las desventuras que nos narran aquellas historias en la gran pantalla. La cuestión es...¿es eso posible? ¿La "ficción" de las películas nace de la realidad, o ambas carecen de ese enlace lógico?

En definitiva...¿es posible vivir una película?

Mucha gente pensará que sí. Otros pensarán que no. Y yo, simplemente pienso que es cuestión de suerte. Y de oportunidades. De saber elegir el momento. De aprovechar la ocasión. De tener esos "veinte segundos de coraje" necesarios para dar ese paso adelante, y atreverse a dar inicio al sueño, a la película. Y, a veces, la vida te sorprenderá. Te compensará.

Lo hará con momentos inolvidables. Puestas de sol que envuelven de magia el entorno. Palabras y sonrisas que iluminan el alma. Música de fondo, como en las mejores producciones de Hollywood. En definitiva, vivir aquella película. Vivir aquello que muchos consideran imposible. 

Reflexionando, es fácil llegar a una conclusión. Son momentos posibles. Y, esas ansias de vivir momentos así, indican que estos, suelen ser felices. Porque todos hemos visto una película y hemos pensado aquello de: "Ojalá eso me pasara a mí". 

Por ello, quizás la clave para ser feliz, sea vivir en una película. Vivir cada día como si fuera la mejor de las escenas, y disfrutarlo como si mañana los focos se apagaran, y las cámaras dejaran de grabar. 

Y nosotros...¿vivimos una película? Sólo tu y yo entendemos lo que pasó. Sólo tu y yo vivimos aquella escena. Junto a otras, propias de las películas... 
Dime...¿no eres feliz viviendo una de nuestras pasiones? 

Quiero escribir el guión de la mejor de las películas. La mejor jamás contada. La historia de nuestras vidas. De un juego feliz, ¿Recuerdas? Sin miedos. Sin más deberes que sentir, y sonreír. Juntos. 

martes, 19 de junio de 2012

Despertar.

Ojos cerrados. Sólo escuchas el fuerte sonido de tu respiración. Inspiras, impregnando tus pulmones de todo el aire que éstos son capaces de absorver. Tras varios segundos de apnea, lo sueltas todo de golpe. Rareza. Te preguntas: "¿Estaba soñando?". Cada día tus sueños parecen más reales. Suena el despertador, y abres lentamente los ojos, maldiciendo ese horrendo sonido que te despierta cada mañana. Tras apagarlo, haces memoria.  ¿Donde estoy? ¿Qué ha pasado?...

Recuerdas. ¿Es real?  Parece ser que sí. Te levantas, y vas corriendo a la habitación donde, si la confusión entre sueño y realidad no te juega una mala pasada, debe de estar. Si que está.

Apenas la ves, acurrucada en su cama, bajo la oscuridad otorgada por la madrugada, sonríes. Parece que lo nota, puesto que se acurruca un poco más.

Real o no, es algo que está acabando. Pero eso no te va a prohibir un final feliz. Te acurrucas a su lado, en la cama, y mientras la abrazas...

                     ..."Buenos días, princesa"...                                   

Ella te sonríe, mientras tú te aseguras de ser lo primero que sus labios toquen ese día. El día que nunca quisiste que llegara. El día que, por intentar evitar su llegada, hizo que desearas la noche anterior que el tiempo se detuviera, al menos un segundo. Solo uno.

Todo sigue en tu cabeza. El inicio. La emoción. La sensación de haber ido de menos a más. Nuevas experiencias. Diversión. Pasión...

Felicidad. 

Miles de momentos inolvidables. Formas de superar. De acabar con todo lo malo. De demostrar que siempre hay algo mejor. Mucho mejor. 

Comienzas a recordar cada instante. A guardarlo en tu memoria, creando una especie de caja fuerte que nadie podrá romper nunca. Porque pase lo que pase, esto no te lo quita nadie. Todo lo vivido, esa semana, durante meses...es algo imposible de arrebatar. ¿Cuando la volverás a ver? ¿Que será de la vida entonces? Duras preguntas, con difíciles respuestas.  

Es entonces cuando recuerdas tu vida, y el juego al que ambos prometisteis jugar. Jugar a vivir, a ser felices. Parece ser que todo está saliendo a la perfección. Parece ser que el juego da sus frutos. Y te revelas a ti mismo el secreto de tu felicidad. El por qué todo ha cambiado ahora. Aquello que ahora ves, y que nunca habías percibido.

La vida se llena de incógnitas. Siempre lo hace, y siempre lo hará. Sin embargo... ¿Qué más da?
Quiero jugar, quiero vivir. No saber si la tirada saldrá bien   o mal. Si ganaré o perderé. Si tocará caer estrepitosamente, o subir hasta llegar a rozar el cielo con la yema de los dedos. ¿Qué más da, si lo que he vivido hasta el momento, es aquello que, al fin, te ha hecho feliz?

Conforme se acerca el momento, intentas disfrutar cada segundo. Saborear cada beso como si fuera el último. Acariciar cada poro de su piel para poder recordar cada parcela de su cuerpo en tu memoria. Alargar el tiempo.

Echar de menos...

Siempre se echará de menos. Cada vez más, si piensas en como te vas acostumbrando a su mirada, a su forma de ser...a estar a su lado. Es duro, sí. Pero... no sientes el abandono que el mundo espera que te haga llorar. Quizás sea porque, en el fondo...sigue en mi interior, en mi ser.

Foto: Marta R. Sanz
Quizás, debido a la intensidad de lo vivido...sea recordando, rememorando cada sonrisa, cada instante...cuando al pasear por cada lugar que juntos hicimos especial, eche de menos esos instantes. Pero prefiero pensar en los muchísimos más que nos quedan por vivir.

Parece que todo el mundo habla como si hubiera sido el fin. Yo...

Siento que todo acaba de comenzar.


Pd: No tengo palabras para agradecer todo. Cada instante que me has regalado. Cada sonrisa... Cada beso. Toda esta locura, que ha acabado siendo un sueño del que no quiero despertar. Un sueño que SIEMPRE seguirá vivo dentro de mi.

"Hacer de esta semana la mejor de nuestras vidas..."  ¿Lo recuerdas?
Quizás sea tarde, tras tantos meses desde esa frase, desde el día en que todo empezó. Pero tarde o temprano... has sido CAPAZ de superar el reto.


Te quiero.


sábado, 2 de junio de 2012

¿Sabes lo que quiero ahora mismo?

Penas a las que un corazón demente ahora puede hacer frente. Momentos soñados, ahora recubiertos por una dulce capa de sensación de felicidad. Planes improvisados. Retos en los que se apuesta un sentimiento. Retos ganados.


Relojes, que se detienen veloces por culpa de las voces que aúllan desde un corazón. Suaves caricias sobre el rostro. Delicadeza. Amor, que se asoma por cada poro de una piel concentrada en besar tus dulces labios de miel. Miedo transformado en "te quiero". Un grito a voces, sin voces. Mentes conectadas. La seriedad repleta de felicidad que esconde el inicio de un beso.

Perder la noción del tiempo. Recuperar la emoción del momento.

Momentos de inspiración. En ellos tu mente flota y se cubre de ideas, de deseos. Instantes únicos. Instantes que dejen huella en tu mente, en tu corazón. Instantes que seas incapaz de olvidar. Coleccionar sonrisas. Tus sonrisas.


       ¿Sabes lo que quiero ahora mismo?
             Que actives mis Sentidos. 


      Que mis dedos se deslicen por tu suave piel.
      Que mis ojos observen tu belleza.
      Que el olor de tu perfume llene mis pulmones.
      Que mi boca recuerde el sabor de tu boca...
          Que mis oídos escuchen un "te quiero" 
                 proveniente de tu corazón

domingo, 20 de mayo de 2012

365.

Los mejores momentos de una vida, no se suelen disfrutar sabiendo que lo son. Es desde el futuro, echando la vista atrás, cuando nos damos cuenta de los momentos, quizás ridículos, quizás excepcionales, que dieron un completo giro a nuestra vida.

Hace ahora un año, estaba envuelto en la locura que significaba el cambio que iba a suponer todo en mi vida. Selectividad, universidad... sonaba todo tan incontrolable, tan impredecible...
Siempre me gustó imaginar en aquel momento, lo que sería de mi en un día como hoy. Hubiera cabido esperar, dada mi tendencia a pensar en lo impensable, que me hubiera podido imaginar en una situación como esta. Sin embargo, no dio lugar a eso. Porque ni en mis mejores sueños, podría haber previsto todo lo que "tengo" ahora.

Y es que, no nos damos cuenta, pero cuesta mucho pasar doce hojas del calendario. 365 días, son muchos. Para mí suficientes como para desquiciar a cualquier persona. O quizás no a cualquiera. Porque tú has sabido soportarme cada uno de esos 365 días. Literalmente, a cada instante casi. Cualquier otra persona, no lo habría soportado. Muchas se han retirado de mi vida mucho antes de llegar a esta cifra. Otras no... pero nadie llegando hasta donde tú lo has hecho. O mejor dicho, de la forma en la que tú lo has hecho.

Porque conforme mi vida fue cambiando, tú fuiste entrando en ella. Dándome la compañía que tanto me faltó en muchos momentos. Y ayudándome a ver lo especial que podías llegar a ser para mí. Lo especial que ahora eres para mí.

Casi sin quererlo, en los sitios más inapropiados, hemos escrito recuerdos que perdurarán para siempre.

Es difícil llenar un corazón roto. Y más difícil es hacerlo como tú lo has hecho. No solo recomponerlo, si no también ayudar a una mente desquiciada a pensar que quizás haya una salvación. Que las casualidades existen, y son tremendamente especiales. Que los momentos mágicos nacen de tonterías, o de espasmos de valentía.

Sonrisas mágicas. Paseos para recordar. Noches que enamoran. Pasión, locura, estupidez. Felicidad. Amor.

Cosas que nadie suele dar. Cosas que tú me has dado. Y lo has hecho con tranquilidad. Con paciencia. Me has enseñado a no hacer caso al mundo, y a seguir a mi corazón. A quererte con locura, y a soñar momentos felices a tu lado, para luego buscar hacerlos realidad. Y, sobre todo, a dejar atrás el miedo a querer, no solo recuperando sensaciones, sentimientos. Si no yendo más allá.

Un día hace mucho tiempo, prometí no volver a sentir lo que ahora siento. O quizás simplemente me hice jurar a mi mismo que no lo reconocería, al menos no abiertamente al mundo. Pero, después de todo... supongo que me da igual.

Contigo todo puede ser especial. Todo puede ser eterno. Y esas mariposas que muchos sienten en el estómago, a mi también me hablan. Me dicen que no tenga miedo, que todo saldrá bien. Y si hablan de ti, no dudo en que todo saldrá.

Por ello no tengo miedo ya, y me da igual la reacción del mundo ante mi revelación. Mundo, abre los ojos. Activa tus sentidos, tus oídos. Esta vez la vida no me ha ganado. Un año junto a la persona más maravillosa de mi mundo. Capaz.


 Gracias por recordarme el significado de la palabra "amor".Por ser mi besuguilla de alelí Por hacer de mi vida un frenesí. Por hacerme sentir esta sensación ahora mismo. Esta misma que me hace decir ahora mismo, que...

                            Estoy completa e irreversiblemente enamorado de ti.          


Pd: Que esto sea el principio de todo. Y que nunca deje de ser un juego, nuestro juego. Querernos para siempre. ¿Capaz o incapaz?     

domingo, 6 de mayo de 2012

Los sueños también pueden hacerse realidad.

Si superas tus peores pesadillas. Si dejas de temer a la adversidad. A seguir el camino extraño, a completar el sendero. Porque quien no se arriesga, no gana. Quien da algo por imposible, no llega a su tope, y, por tanto, a su meta. Por todo ello, la clave es la lucha, el esfuerzo. Porque contra mejor es algo, más cuesta llegar a ello. Y contra mayor es el sufrimiento, mas dulce es la victoria.

Así pues, buscaré subir la escalera que me lleve al cielo, tu cielo. Buscaré mi felicidad, mi sueño. Porque soñar no es algo que solo se pueda hacer en una cama, mientras duermes. Si crees eso, estás perdido. Por ello yo lo estaba, hasta que soñé con los ojos abiertos. Con el alma despierta. Y gracias al esfuerzo, llegó la revelación.

Por: Marta R. Sanz
Mi sueño, tu sueño...nuestro sueño. ¿Caminos paralelos? Quizás coincidentes.  Porque el destino nos debe una. Y siento que esto, me da lo que antes me fue arrebatado. Esperas que merecen la pena. Momentos en los que vale la pena apostar la vida, la felicidad, un todo. Si dudas, es porque no es el momento. Si dejas de hacer sonreir, pierdes. Si no, quizás ganes. Llenar vidas de amor, de sonrisas. Completar personas. Ser feliz.


Momentos inolvidables. Confesiones nocturnas. Nervios al leer. Sonrisas al escuchar. Escribamos nuestro propio libro,  leámoslo juntos. Sonríe conmigo, y yo contigo. Quiéreme...si te atreves.

lunes, 9 de abril de 2012

Guarda un poco de tu amor para mí.

Momentos que te persiguen. Día sí, y día también.Conjeturas originadas en tu mente. Ciertas. El dolor del engaño. El sentimiento de estupidez, originado por ese continuo e inevitable hecho. Frío viento de primavera sobre mi cara. Seca las lágrimas. Apaga la vida. O el sinvivir.


Manos entrecruzadas escondiéndose de tu mirada. Pero las ves. Inevitable el engaño. 


La misma impotencia invade tu alma. Ves la situación. Se te escapa, cada día un poco más. Necesito hacer algo. ¿como?, es imposible. Desesperación.


Recuerdas cuando todo era sencillo. ¡Vuelve al pasado! Demasiado tarde. Trata ignorar el dolor. No siempre es posible. Tú mirada inconsciéntemente busca el dolor de esa mano abrazando a otra mano ajena a tu cuerpo. Ese "te quiero" destinado a otra persona. Duele el corazón. Duele el alma.


Pasa el tiempo. Pasan los años. ¿Redención? Quizás la oportunidad de volver a sentir algo distinto al dolor. De recordar el significado de la palabra "amor". De enmendar tus errores. De destacar sus errores. Aprender a dar la vida, a querer para siempre. Llegan las dudas. Precipicios demasiado altos. Recuerdas. Lloras. 


Similitudes. Pero también diferencias. Parecía algo muy grande. Te demuestras a ti mismo, que ahora no solo lo parece. Lo es. El mundo contra ti. Tiempo de medir la fuerza de ese sentimiento. Te rindes cuando tu alma comprende que no merece la pena. Quizás ahora la merezca, entonces. 



                   Pero siempre queda el miedo...
          ...al desamor, a la vida sin tí.       

lunes, 19 de marzo de 2012

Amart.

No pretendo que nadie lo comprenda. Tampoco que nadie me crea. Quizás no lo merezca,después de tanto tiempo. Después de tantas mentiras...
He cometido errores en mi vida. Y quizás en este aspecto, demasiados hayan sido. Sin embargo, he intentado aprender de todos ellos. Que, al menos, mis estupideces, mis locuras...no hayan sido en vano.Y cada día me cuesta más aventurarme, una vez mas. Por el miedo a equivocarme. Por el miedo a sufrir más, a pasarlo mal. Porque para mí, estas cosas nunca fueron fáciles. Pero quizás sea que no me guste lo fácil...
Durante mucho tiempo, he estado buscando algo difícil de encontrar. Algo que poca gente consigue. Pero yo pienso que el amor, si merece la pena, ha de ser de esa manera. Tiene que ser amor verdadero.
Por eso me he equivocado tantas veces, buscando algo que no podía encontrar ahí. Por eso, he ido avanzando entre la vida, entre caídas fuertes, muy fuertes, y otras no tan fuertes, hasta llegar al punto en el que estoy. Y no puedo demostrar a nadie que lo que sienta en este momento sea real. Solo puedo actuar por lo que siento. Hacer lo que siento, y esperar a que el mundo lo comprenda.

Esto no parte del amor. Parte de lo especial que fue desde siempre un "nosotros". Porque desde el principio, te ganaste un hueco en mi corazón casi sin inmutarte. Y sin tiempo de reacción, te convertiste poco a poco en lo mas importante en mi vida, ya que ahora no puedo imaginarme un día sin ti.
Con paciencia, conseguiste ir haciéndome sentir, cada día más. Sentir hasta el punto en el que, por fin, creo haber encontrado a alguien que pueda hacerme sentir lo que siempre he querido, lo que siempre he "buscado". Y cada vez lo veo mas claro...
Y no pretendo que nadie entienda lo que siento, no quiero que el mundo lo comprenda en realidad. Quiero que tú lo entiendas. Que ahora, por fin, puedo asegurar que nunca he sentido
por nadie lo que siento por ti, tanto como siento por ti. Que mi miedo a fallar, ha desaparecido. Veo el precipicio, y puedo imaginar el daño que puede hacer esta caída, pero aún así, quiero intentarlo.
Nunca había sonreído tanto como lo he hecho contigo. Tampoco había derramado tantas lágrimas como me has hecho derramar. Nunca habían conseguido que las piernas me temblaran tan fuerte. Ni había deseado nunca tanto un beso, un abrazo...un todo, como lo deseo de ti.
Nunca había vivido tanto, como vivo ahora, ahora que tu formas parte de mi vida. Ahora que has conseguido que te quiera, tanto como para conseguir esquivar todos los obstáculos que me pongan en el camino, que sabrás que no son pocos, y seguir buscando con desesperación una sonrisa más de ti. Una vida feliz, para ti. Y nunca había querido tanto algo, como quiero ahora una vida a tu lado.
Aunque la situación sea la más frágil en la que me he encontrado. Pero también estoy ante el amor mas cercano al que he querido sentir siempre. Ojalá puedas sentir en mi interior, que cada vez estoy mas seguro de que no me equivoco, esta vez no. Porque se puede decir en mil idiomas. Ti amo. Je t'adore. Ich liebe dich. Es vuic. T'estim. I love you...



Te quiero....
*lucharé...por ti*

Carencia de sentimiento.


Hay momentos en la vida, en la que se toman decisiones. Decisiones sobre las que es difícil rectificar. Decisiones que determinan el camino que va a seguirla misma.Hace un tiempo, tomé una decisión. Quizás elegí un camino que poca gente recorre, un camino poco explorado...pero un camino seguro. Elegí aprender sobre los números, elegí comprender las matemáticas. ¿Por qué?, es la pregunta lógica que nos podríamos hacer.

Las matemáticas son infalibles. Es imposible encontrar una equivocación, si las usas con lógica. Es irrefutable, una verdad matemática. No hay cabos sueltos, no hay mentiras, no hay falacias. Tiene todo lo necesario para ser perfecto. Todo, menos una cosa...Todo menos sentimientos.
El problema de éstas, es que, al ser tan reales, tan ciertas...no dejan lugar a dudas. No dejan esa paloma al aire que te hace pensar que aún hay algo que se te puede escapar. No deja florecer ningún sentimiento. Ése mismo sentimiento que nos proporcionan las palabras. Por eso, la vida perfecta debe unir ambas ¿Ciencias, o letras? Digo yo...¿Y por qué no ambas? ¿Por que no vivir con la certeza de las ciencias, y los sentimientos de las letras? Ese camino, el camino perfecto, es el que buscaré tomar. El camino de una vida feliz.

domingo, 19 de febrero de 2012

Bache

¿Creer en el destino? quizás sea complicado hacerlo, creer que todo sigue un patrón definido. Sin embargo, muchas veces, situaciones irónicas llenan completamente tu vida. Situaciones que, en muchos casos, llenan de felicidad, o al menos sorprenden para bien. No en mi caso. Duele ver como cada sorpresa que me llevo es un nuevo bache. Descompone por dentro ver que la vida se derrumba. Una vez más.
Estás cansado. Cansado de vivir otra vez el fin. Darte cuenta de que, quizás, esto ha sido otro momento de relax en tu vida, antes de volver a entrar en la zona bacheada.
Sin embargo, esta vez no quiero volver al pasado. Quizás esta vez haya encontrado un sitio donde podía residir mi felicidad. ¿por qué ahora no? El destino...
Y es que contra mejor es tu reacción frente a la vida, peor es la reacción de la vida contra ti. Y yo ya no sé reaccionar, no sé actuar frente a esto.
Una vez mas, ver rotos los cimientos de mi vida, duele demasiado.
¿Que hacer? Demasiado mal como para seguir viviendo, pero no lo suficiente como para morir.
El idilio es la solución. Vivir por fuera. Morir por dentro. Porque mi interior se queda en los cimientos de mi vida derrumbada. Porque mi corazón se queda a tu lado, ahora y siempre. Se queda donde, por un día, fue feliz.

martes, 10 de enero de 2012

Vidas cruzadas

Son momentos rápidos. Momentos fugaces. En ellos no te das cuenta de lo que vives. Hasta que la vida y sus giros te hacen mirar a aquel dia, a aquel momento. Y ahora, llega la revelación. Comprendes todo lo vivido. No te quedan fuerzas para vivir. Solo fuerzas para gritar.


Gritar que ahora lo entiendes, y que has sido demasiado idiota dejándolo estar. De tus entrañas solo sale miedo. Miedo a que nunca recuperes tus fuerzas, a que nunca te atrevas a gritar, a que ya sea demasiado tarde.

Pero ya es demasiado tarde para dejarlo estar. Solo queda ir hacia adelante. Pero te da igual. Porque a veces el único camino posible, es el único que te llevará a ser feliz. A vivir.

Buscas en el interior de tu mente la x que resuelva la ecuación. La de tu felicidad. Y descubres, que esa x, desde hace tiempo, tiene nombres y apellidos. Y sabes que es ella, quien ha sabido guiarte en la vida. Quien ha estado cuando nadie ha estado. Quien ha sido capaz de hacerte sonreir cuando nadie más lo era.

Y entiendes que tu felicidad depende de la suya. Porque quieres hacerla feliz. Porque necesitas hacerlo. Porque sin su sonrisa, la tuya no es posible.

Sigues viviendo, a pesar de la revelación. Sufres. Se escapa...Estiras el brazo, pero no consigues alcanzarla. Está demasiado lejos. Lloras.¿Por qué sufrir?Entonces piensas...

Quizás el sufrimiento sea el camino hacia la felicidad.