martes, 19 de junio de 2012

Despertar.

Ojos cerrados. Sólo escuchas el fuerte sonido de tu respiración. Inspiras, impregnando tus pulmones de todo el aire que éstos son capaces de absorver. Tras varios segundos de apnea, lo sueltas todo de golpe. Rareza. Te preguntas: "¿Estaba soñando?". Cada día tus sueños parecen más reales. Suena el despertador, y abres lentamente los ojos, maldiciendo ese horrendo sonido que te despierta cada mañana. Tras apagarlo, haces memoria.  ¿Donde estoy? ¿Qué ha pasado?...

Recuerdas. ¿Es real?  Parece ser que sí. Te levantas, y vas corriendo a la habitación donde, si la confusión entre sueño y realidad no te juega una mala pasada, debe de estar. Si que está.

Apenas la ves, acurrucada en su cama, bajo la oscuridad otorgada por la madrugada, sonríes. Parece que lo nota, puesto que se acurruca un poco más.

Real o no, es algo que está acabando. Pero eso no te va a prohibir un final feliz. Te acurrucas a su lado, en la cama, y mientras la abrazas...

                     ..."Buenos días, princesa"...                                   

Ella te sonríe, mientras tú te aseguras de ser lo primero que sus labios toquen ese día. El día que nunca quisiste que llegara. El día que, por intentar evitar su llegada, hizo que desearas la noche anterior que el tiempo se detuviera, al menos un segundo. Solo uno.

Todo sigue en tu cabeza. El inicio. La emoción. La sensación de haber ido de menos a más. Nuevas experiencias. Diversión. Pasión...

Felicidad. 

Miles de momentos inolvidables. Formas de superar. De acabar con todo lo malo. De demostrar que siempre hay algo mejor. Mucho mejor. 

Comienzas a recordar cada instante. A guardarlo en tu memoria, creando una especie de caja fuerte que nadie podrá romper nunca. Porque pase lo que pase, esto no te lo quita nadie. Todo lo vivido, esa semana, durante meses...es algo imposible de arrebatar. ¿Cuando la volverás a ver? ¿Que será de la vida entonces? Duras preguntas, con difíciles respuestas.  

Es entonces cuando recuerdas tu vida, y el juego al que ambos prometisteis jugar. Jugar a vivir, a ser felices. Parece ser que todo está saliendo a la perfección. Parece ser que el juego da sus frutos. Y te revelas a ti mismo el secreto de tu felicidad. El por qué todo ha cambiado ahora. Aquello que ahora ves, y que nunca habías percibido.

La vida se llena de incógnitas. Siempre lo hace, y siempre lo hará. Sin embargo... ¿Qué más da?
Quiero jugar, quiero vivir. No saber si la tirada saldrá bien   o mal. Si ganaré o perderé. Si tocará caer estrepitosamente, o subir hasta llegar a rozar el cielo con la yema de los dedos. ¿Qué más da, si lo que he vivido hasta el momento, es aquello que, al fin, te ha hecho feliz?

Conforme se acerca el momento, intentas disfrutar cada segundo. Saborear cada beso como si fuera el último. Acariciar cada poro de su piel para poder recordar cada parcela de su cuerpo en tu memoria. Alargar el tiempo.

Echar de menos...

Siempre se echará de menos. Cada vez más, si piensas en como te vas acostumbrando a su mirada, a su forma de ser...a estar a su lado. Es duro, sí. Pero... no sientes el abandono que el mundo espera que te haga llorar. Quizás sea porque, en el fondo...sigue en mi interior, en mi ser.

Foto: Marta R. Sanz
Quizás, debido a la intensidad de lo vivido...sea recordando, rememorando cada sonrisa, cada instante...cuando al pasear por cada lugar que juntos hicimos especial, eche de menos esos instantes. Pero prefiero pensar en los muchísimos más que nos quedan por vivir.

Parece que todo el mundo habla como si hubiera sido el fin. Yo...

Siento que todo acaba de comenzar.


Pd: No tengo palabras para agradecer todo. Cada instante que me has regalado. Cada sonrisa... Cada beso. Toda esta locura, que ha acabado siendo un sueño del que no quiero despertar. Un sueño que SIEMPRE seguirá vivo dentro de mi.

"Hacer de esta semana la mejor de nuestras vidas..."  ¿Lo recuerdas?
Quizás sea tarde, tras tantos meses desde esa frase, desde el día en que todo empezó. Pero tarde o temprano... has sido CAPAZ de superar el reto.


Te quiero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario